La vida vegetariana en Córdoba, Argentina

Por Madeline St. John

Recién volví a los Estados Unidos de Córdoba, Argentina, donde estaba en un programa de intercambio por cinco meses. Antes de irme allá, mi familia y mis amigos se preocuparon que fuera a tener problemas como vegetariana, porque la Argentina tiene una reputación por su producción y consumo impresionante de carne.

Córdoba, en el medio del país, lejos del mar, no en el sur ni en el norte, es la ciudad la segunda más grande en Argentina (la primera es Buenos Aires). Es una ciudad llena de estudiantes. Hay más o menos seis universidades en Córdoba, y la más grande, la Universidad Nacional de Córdoba (la UNC), donde estudiaba, tiene más que cien mil estudiantes. Por eso, no era muy difícil encontrar opciones vegetarianas durante mi estadía en la Argentina.

Además, me ayudó que viví con una familia anfitriona vegetariana. Fue un requisito de mi programa vivir con una familia anfitriona, y tuve suerte que me pusieron en la única familia vegetariana. Esta familia me dio comida vegetariana (son lacto ovo vegetarianos), y cuando salía a comer, encontraba otras opciones.

Con mi familia anfitriona, comíamos mucha pasta y pizza. En general, hay mucha comida "italiana" en Argentina. También comíamos mucho arroz con verduras, porotos (frijoles), especialmente garbanzos, y empanadas vegetarianas, llenadas con verduras o soja texturizada. También venden empanadas vegetarianas en la mayoría de empanaderías (donde venden empanadas).

Muchas veces comíamos milanesas vegetarianos. Milanesa, generalmente hecho con algún tipo de carne, empanada y frita o al horno, puede ser hecho de soja, miga, o berenjena. Venden milanesas vegetarianos congelados en cualquier supermercado y son muy fáciles a preparar.

En un momento durante mi estadía, me dio cuenta de que la mayoría de la comida en argentina es comida "argentina." Había restaurantes mexicanas e peruanas en Córdoba, encontré salsa de soja en un hipermercado, y parece que sushi está de moda. Sin embargo, extrañaba la diversidad de la comida que tenemos en los Estados Unidos. No me dio cuenta hasta que viajé de la cantidad de la comida en los EEUU que es, en realidad, de otros partes del mundo — comida mexicana, japonesa, china, india, thai…Extrañaba esas cocinas étnicas y las opciones vegetarianas que ofrecen. Sin embargo, sobreviví, obviamente, y ahora tengo un nuevo agradecimiento por la variedad de comida que hay en los EEUU.

De lo que veía, mi madre anfitriona compraba la mayoría de la comida en el Mercado Norte, un mercado grande e interior en el norte de la ciudad, donde la comida es de buena calidad y sale menos cara. Hay varios mercados en córdoba, algunos exteriores, donde venden comida económica en cuantidades grandes.

La casa de mi familia anfitriona también tiene una huerta afuera donde cultivan sus propias verduras, como lechuga, acelga, maíz, y otras plantas y especias. El clima y la tierra en Córdoba son buenas para cultivar verduras. Sin embargo, porque la ciudad es tan grande, no hace falta tener una huerta. Hay muchos supermercados y verdulerías y es posible encontrar cualquier fruta o verdura que quieras en uno de esos.

Además de supermercados, hipermercados, y verdulerías, también hay muchos restaurantes en Córdoba, que muchas veces tienen opciones vegetarianas. Desafortunadamente, ser vegana en Argentina sería mucho más difícil que lacto-ovo-vegetariano porque la mayoría de las opciones vegetarianas, de lo que vi, contienen queso o algún producto de animales (a causa de la influencia italiana, me imagino). Sin embargo, encontré un restaurante completamente vegetariano, donde sí venden comida vegana, y comida muy sabrosa. Se llama Sol y Luna, y tiene varios locales en Córdoba Capital.

En la ciudad universitaria (de la UNC), hay varios cafeterías y kioscos pequeños donde venden sándwiches y empanadas vegetarianas y una variedad de comida para picar, con precios razonables. También hay un comedor universitario y si no hay dos opciones vegetarianas en el comedor ese día, se le daría una porción extra del acompañamiento vegetariano. Lo mejor del comedor universitario es que cueste más o menos cuatro pesos por comida. ¡Cuatro pesos¡ Es más o menos igual a 30 centavos de un dólar. Supongo que cuesta tan poco porque es subsidiado por el gobierno. Agradecía mucho este servicio porque se les da mucha comida por cuatro pesos.

Aunque las distancias son largas, es fácil viajar en Argentina y los colectivos interprovinciales son cómodos. Durante mi estadía, viajé a muchos lados: Salta, Jujuy, Mendoza, Misiones (para ver las cataratas de Iguazú), Chubut (para ver los pingüinos y lobos marinos), y Buenos Aires. En los colectivos entre provincias, a veces se les da comida, pero en general no es vegetariana y seguramente no es vegana. ¡Entonces, les recomiendo que si viajan por colectivo interprovincial, lleven comida! En general, como viajero, es bueno pensar en sus opciones y comprar y llevar snacks vegetarianos o veganos en la mochila.

Finalmente, quiero decir que es claramente posible ser vegetariano o vegano en Argentina. Hoy en día, más gente están prestando atención a lo que consumen, hay más y más opciones vegetarianos en el supermercado, y ser vegetariano o vegano es más fácil que nunca. Además que mi familia anfitriona, conocía varios de sus amigos que eran vegetarianos, otros estudiantes en la UNC también eran vegetarianos, y hay ay una página en Facebook con recursos para vegetarianos en la ciudad de Córdoba, con listas de restaurantes vegetarianas y recetas veganas.

Aunque la Argentina es el país con el segundo más grande consumo de carne de res en el mundo (los EEUU son el cuarto, si les interesa), es posible vivir una vida alternativa — por el medio ambiente, por los animales, por su religión, por su salud, o cualquier razón que tengan — y encontrar otra gente que les apoyaría.

Por una receta vegana que una amiga argentina me enseñó, vean abajo.

Torta Vegana de Fruta y Avena

(8 Raciones)

  • 1/2 taza avena
  • 1/2 taza agua
  • 2 tazas harina con leudante
  • 1/2 taza de azúcar
  • 1 cuchara polvo de hornear
  • 1/4 cucharita sal
  • Aceite
  • 2 manzanas
  • 1 mandarina
  1. Mezclá la avena y el agua. Dejálo.
  2. En un bol, mezclá dos tazas de harina con leudante, la mitad de una taza de azúcar, una cuchara de polvo de hornear, y un poco de sal.
  3. Rallá dos manzanas y una mandarina y añadí las frutas a los ingredientes secos.
  4. En una fuente, poné aceite y cubríla con harina.
  5. Añadí la mezcla de avena y agua a los otros ingredientes. Mezclála pero no demasiado.
  6. Cuando ponés la masa en la fuente, hacélo de una manera suave y lenta para que haya aire en la masa.
  7. Cocinála al horno a un nivel medio, hasta que está dorada y cocida adentro, más o menos a 170°C por veinte minutos o media hora.